Hoy he ido en el R5 de Valverde a Calañas. El marcador de gasolina estaba llegando a la reserva y me habría gustado repostar, pero llevaba prisa y pensé que tenía combustible suficiente para ir y volver. El caso es que al volver, llegando a Valverde, el motor empezó a dar tirones y a fallar... Primero pensé que podría ser la caja de cambios, que después de fallar aleatoriamente, había sufrido finalmente un fallo grave. Pero después recordé el tema de la gasolina y pensé "¿no será que me estoy quedando sin gasolina?". Si el motor seguía funcionando un minuto más, llegaría a la gasolinera de la entrada a Valverde, pero tras varios tirones más, el motor se paró y me quedé a un kilómetro de la gasolinera. Y empezó a llover. Y cada vez más fuerte.
Tras hacer varias llamadas para pedir ayuda, mi compañera Rocío se acercó a la gasolinera, compró una garrafa homologada de 5 litros y la llenó para llevármela. Cuando llegó había dejado de llover, menos mal. La eché al depósito y el motor arrancó y no dio ningún problema más. Era la gasolina...
Para que no queden dudas de que me la jugué o me arriesgué demasiado, pongo una foto del marcador para que se vea que, claramente, parecía que había gasolina de sobra en el depósito:
La cuestión es que más tarde, cuando llené el depósito, comprobé que el marcador indica más allá del máximo, es decir, está desfasado. Seguramente se deba a que he cambiado tanto el aforador del depósito como el cuadro de instrumentos, y no poseen la misma sensibilidad. Por cierto, entraron 38 litros exactos en el depósito, tal y como indica el manual.
Otra anécdota y otra cosa que he aprendido con este coche.
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