Recuperé el cristal de la puerta para revisarlo. Estaba igual de sucio que cuando lo desmonté:
Pretendía separar el cristal y el soporte metálico para poder limpiarlo, ya que tenía bastante óxido:
Medí la distancia a la que va montado el cristal, para tenerlo como referencia al volver a montarlo:
Sin embargo, intenté desmontarlo y no era tan sencillo. Es más, lo peor sería volver a montarlo de nuevo. Así que decidí no desmontarlo y limpiar el soporte con el cristal montado. Limpié primero el cristal, que tenía restos muy incrustados, así que utilicé pulimento y quedó perfecto. Enmascaré todo el cristal para limpiar y pintar el soporte:
Por otro lado, el mecanismo alzacristales tenía algunos restos de óxido:
Lo limpié con la "dremel" y descubrí que el óxido era superficial, así que no era tan grave. Retiré la suciedad superficial y lo enmascaré para pintarlo:
Lo pinté con spray negro satinado.
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