Tenía un bote de spray con pintura anticalórica gris plata, que era la que utilizaría para pintar el tubo de escape antes de montarlo.
Lo coloqué en un soporte de un antiguo motor que había fuera del taller para trabajar mejor:
Le di una primera mano y, algo más tarde, repasé algunas zonas:
No quise girarlo para pintar las zonas que quedaron ocultas, ya que la parte que se va a ver (el tramo recto central), quedó bien.
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