Han pasado nada menos que cuatro años y medio desde aquel mes de mayo de 2014, cuando sacamos el motor y la caja de cambios para comenzar con su desmontaje y restauración total. Han sido muchos meses de espera, con mucho trabajo realizado poco a poco. Y hoy, al fin, el conjunto ha vuelto a su lugar de origen.
Tenía colocadas las eslingas en los soportes del motor y de la caja de cambios para poder elevar el conjunto de manera equilibrada. Pero al enganchar la grúa y levantarla, el conjunto quedaba muy inclinado, con el motor mucho más bajo. Esto haría que entrase inclinado y no pudiese apoyar bien sobre los puntos del chasis.
Volví a dejarlo caer, desaté los nudos y volví a colocar las eslingas en los soportes del motor, pero esta vez con menor longitud. Le pregunté a Luis cómo lo veía y me dijo que amarrásemos las eslingas desde los soportes de la caja hasta el gancho de la grúa, quedando más largas y cayendo más la caja, por lo que el conjunto quedaba más nivelado.
Con esta situación, no quedaba más que levantarlo y llevarlo al coche. Y así lo hicimos. Para variar, yo sufrí temiendo algún golpe o arañazo, pero la verdad es que fue sencillo. El hecho de no tener frontal en el vano motor hacía más fácil meter el conjunto en este coche que en el R5 GTL o el R4.
El motor quedó apoyado en los alojamientos del chasis y colocamos un gato para sostener la caja de cambios por debajo. De este modo, ya podía retirarse la grúa para colocar el travesaño frontal.
Colocar el travesaño me costó un poco más. No cuadraba en su sitio y hubo que jugar con la altura y alineación de la caja respecto al chasis. Además, en el travesaño había un tornillo que no me había dado cuenta de que era de sujeción, por lo que finalmente pondré los seis que yo pensaba que debía llevar (iba a poner cuatro porque eran los que recuperé durante el desmontaje).
Ver el conjunto caja-motor en su sitio es un gran paso que impresiona. Los alumnos me decían que "por fin", que "ya está casi listo" y demás, pero sucede exactamente igual que cuando pinté el coche. La gente empezaba a tomarse en serio la restauración y era como que ya faltaba poco. Y eso fue hace dos años. Ahora pasa lo mismo: aún falta mucho por recorrer...
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