Reuní los tres cristales de las tres puertas restantes para limpiar tanto los cristales como los raíles:
En el caso de los cristales, los limpié con agua y una bayeta para retirar la suciedad superficial. Pero también existían restos más adheridos en los márgenes debido al tiempo que habían pasado a la intemperie. Como en el caso del cristal de la puerta trasera izquierda, les di con pulimento y quedaron estupendamente.
Respecto a los raíles, retiré el grueso de suciedad también con una bayeta, pero había zonas con óxido, en algunos casos preocupante:
Limpié el óxido con la "dremel" y protegí los cristales antes de pintar los carriles:
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