Recuperé el paragolpes trasero para intentar restaurarlo de la misma manera que hice con el delantero. Lo malo es que este paragolpes no era el original, sino uno que se montó tras un accidente en el que golpearon el Lámbor por detrás en un semáforo. Este paragolpes estaba pintado en un color gris claro que le dejaba un acabado muy feo. Sin embargo, en algunas zonas la pintura había saltado y se veía que era originalmente de color negro. Lo saqué fuera para aplicar decapante y retirar esa capa de pintura gris:
Apliqué el decapante por toda la superficie, aunque no mucha cantidad, ya que estaba a punto de acabarse:
Le di la vuelta para aplicarlo también por el borde superior, aunque ya apenas quedaba decapante en el bote:
Lo malo era que al ir levantándose la pintura, dejaba al descubierto la superficie negra del paragolpes, pero lisa, como si la hubiesen lijado antes de pintar. Esto significaba que habría perdido la rugosidad original.
Preparé la pistola desengrasante y llené el depósito con agua para pulverizarla sobre el paragolpes y retirar el decapante junto con la pintura que ya estaba levantándose:
Cuando el agua se terminó, continué proyectando aire, ya que parecía que el efecto era similar. Por un lado, apenas pude retirar pintura, seguramente porque apliqué poca cantidad de decapante:
Pero por otro lado, descubrí algo que me animó: bajo la capa de pintura gris, había otra capa de pintura negra, que era la superficie lisa que yo pensaba que era el propio paragolpes. Y bajo ésta, estaba el paragolpes original, con la superficie rugosa no lijada:
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