Antes de pintar la otra cara del convertidor, protegí la que pinté el otro día, para evitar que se pulverizase pintura encima, cosa que ya me ha sucedido en otras ocasiones. Después, le di la vuelta (iba a soltar aceite y puse papel para absorberlo) y enmascaré el centro y las roscas.
Le di una capa generosa y tras dejarlo secar, tenía el convertidor terminado:
Bonito, ¿verdad? Pues no. Había fallos. Y es que al proteger la cara ya pintada, la cinta se trajo algo de pintura... Como me dijo Julio, para estas cosas es mejor utilizar cinta del "chino", que pega poco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario