Finalmente las cosas han ido a mejor ritmo y el elevador quedó libre a mitad de mañana. Así que decidí que era buen momento para trasladar el Lámbor al elevador para comenzar el proceso de montaje de piezas de suspensión, frenos y demás.
Primero despejamos la zona del taller por la que tendría que pasar el coche en su desplazamiento desde el lugar donde ha pasado más de año y medio hasta el elevador.
Después, entre Paco, Julio y yo, empujamos el coche hasta el elevador. Fue mejor de lo que esperaba. No se partió ningún palet y las ruedas no giraban tan mal como recordaba.
Una vez pegado al elevador, quedaba el paso más complicado: superar el "badén" intermedio, retirar los palets y dejar el coche apoyado en las patas del elevador. Necesitábamos ayuda. Hacían falta más manos para poder levantar el coche a pulso y salvar el "badén" Así que fui a la clase de 1 del ciclo de F.P. de Excavaciones y Sondeos a buscar tres voluntarios. Con su ayuda, levantamos la parte posterior del coche, retiramos los neumáticos y el palet traseros, desplazamos el coche hasta salvar el "badén" y lo dejamos caer sobre dos patas del elevador. En esta posición, el coche quedó muy inclinado, así que inmediatamente nos pusimos a retirar el palet delantero.
Mientras los chavales de Excavaciones levantaban la parte trasera, Julio y Paco levantaron el coche por delante. De este modo, yo retiré los neumáticos y el palet delanteros y coloqué los brazos del elevador para poder dejar caer el coche. Y quedó bien.
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