Ya que había limpiado el hueco que tapa la chapa anticalórica que va encima del silenciador trasero de escape, decidí montarla. Pensaba utilizar tornillos de los que utilicé en las chapas anticalóricas del vano motor, pero en este caso no había riesgo de arañar la carrocería y opté por montarla con remaches. Además, no eran muy grandes y no me costó mucho trabajo ponerlos.
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