martes, 24 de noviembre de 2015

Limpiando el motor de arranque III

He aprovechado un hueco para limpiar diferentes piezas metálicas del motor de arranque. He utilizado gasolina, aunque con la carcasa del lado del piñón he probado a darle con el cepillo metálico de banco que hay en el taller. Realmente es como el cepillo metálico del taladro, pero mucho más cómodo de utilizar, aunque no es tan versátil y tiene sus limitaciones.


El resultado ha sido espectacular. Es muy cómodo de utilizar, sobretodo para piezas pequeñas, que con el taladro es difícil mantener sujetas. Ojalá pudiese utilizarlo para la caja de cambios...

domingo, 22 de noviembre de 2015

Dónde pintar el coche

Desde principios de este año estoy buscando posibles personas que puedan encargarse de reparar la chapa del R5 y pintarlo. Lo primero que pensé fue llevarlo a Riotinto, donde hay un instituto con el ciclo de Carrocería y podrían repararlo y pintarlo los alumnos por un precio económico. De hecho, en mayo fui allí para hablar con los profesores (a algunos los conozco, aunque no tengo confianza con ellos). No me pusieron ningún problema y estuve viendo algunos trabajos que tenían entre manos, además de las instalaciones, que no están mal.

Sin embargo, estuve pensándomelo mejor y me arrepentí de esa idea. Si el coche va allí, los alumnos se encargarán de él con la "supervisión" de los profesores, pero esto puede ser un desastre. Conozco de primera mano cómo funcionan los talleres de los institutos y un alumno no es un profesional, por lo que puede cometer un fallo sin querer y no enterarme, ser solucionado de mala manera o no tener solución, que es aún peor.

Después, un alumno de segundo (Eloy) me habló de un par de amigos suyos que hacían reparaciones de chapa y pintaban por su cuenta en Nerva, su pueblo. Habló con uno de ellos y quedamos en ir a hablar con él una mañana en junio, aprovechando que yo pasaba cerca cuando iba de camino al instituto. Fuimos a su casa y no estaba, y Eloy no tenía ni idea de por qué ni pudo localizarlo... A pesar de la clara falta de responsabilidad, insistí a Eloy para que quedásemos otro día, pero él mismo me dijo que me olvidase de él porque no parecía muy interesado.

También hablé con el pintor que trabajaba en el taller donde estuvo uno de mis alumnos haciendo las prácticas. Le pasé fotos del coche y le expliqué lo que quería hacerle para que me diese presupuesto. Me dijo que 2000€... Me pareció muchísimo dinero. Mi presupuesto era de unos 1000€ y no quería subir mucho de esa cifra, así que lo descarté.

Eloy me volvió a hablar de otro amigo suyo. Hace unas semanas, al terminar las clases, nos fuimos a Valverde a hablar con él aprovechando su descanso entre la jornada de mañana y tarde. Estuvimos esperando una hora hasta que se levantó de la siesta e incluso me sentí algo incómodo porque su jefe nos preguntó que qué queríamos y yo no quise darle muchas explicaciones. Y es que se supone que este chico iba a reparar la chapa en su garaje (también en Nerva) para luego pintar el coche en la cabina del trabajo, no sé de qué manera.

Tras la espera, me dijo que no había problema, pero que quería ver el coche para darme presupuesto sin pillarse los dedos. Le dije que podría pasarse por el instituto cualquier día y me dijo que tendría que cuadrarlo con sus compañeros porque compartía coche y se tendría que pasar a primera hora, antes de ir al trabajo.

Más adelante Eloy me dijo que no se iba a pasar, que le pasara unas fotos y eso era suficiente. Le hice el reportaje que mostré en una entrada del blog y le escribí un texto comentándole diferentes cosas del coche. Eloy me dijo que me llamaría después de ver las fotos para darme presupuesto. Pero nunca me llamó. Fue el propio Eloy quien me dijo que estaba barajando una cifra de algo más de 1000€ y yo no puse pegas, ya que eso era lo que yo pensaba gastar. Pero ya no iba a pintarlo en el trabajo, sino en otra cabina de otro taller que conocía... Dos días después, Eloy me vuelve a comentar que la cifra sube y que serían 1500€. Entonces ya perdí la paciencia y le dije que no me parecía serio lo que estaba ocurriendo. Me hace esperar una hora en la puerta de su trabajo, no va a ver el coche cuando dijo que iría, dice un precio y luego lo sube... Y lo que es peor, no es capaz de llamarme para hablarlo conmigo. Otro descartado.

Lo malo de todo esto es que yo tampoco estaba en situación de poder decir que no. No hay mucha gente que pueda hacer ese trabajo bien y con un presupuesto contenido, así que estaba entre la espada y la pared.

Entonces me enteré de que el padre de un alumno de primero (Saul) tiene un taller de chapa y pintura. Saul me dijo que su padre podría hacerlo sin problemas y no por mucho dinero. Además, otro alumno de primero que tiene el título de Carrocería (José Manuel) me dije que él me hacía el trabajo de chapa por 300€... Claro, que tendría que fiarme de que lo haría bien.

Decidí ir a hablar con el padre de Saul y hace un par de semanas me pasé por su taller (en Zalamea) antes de ir al instituto. Manolo, que así se llama, me atendió muy amablemente y no me puso pegas. Dijo que podría hacerse durante los fines de semana para reducir costes, que se podrían encargar Saul y José Manuel del trabajo de chapa (el padre de José Manuel trabaja también en el taller y me dio muy buena impresión) y que sería cuestión de pagar los materiales y la mano de obra que acordase con los chavales. Después, él lo pintaría.

Creo que esta opción tiene muy buena pinta. Aparentemente pueden hacer un buen trabajo y el precio no sería disparatado, así que seguramente lleve el coche allí en enero, para poder tenerlo en el taller para marzo, fecha en la que puedo ponerme a trabajar en él durante más horas.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Limpiando las puertas II

Hoy he estado retirando la mayor parte de masilla de las puertas trasera derecha, trasera izquierda y delantera izquierda. Es un trabajo poco agradable y paraba de vez en cuando para hacer alguna otra cosilla.

Por ejemplo, he quitado las grapas de plástico donde van atornilladas las molduras laterales. Salen haciendo un poco de palanca con un destornillador. Algunas estaban pintadas, lo que significa que no se desmontaron cuando el coche se repintó. Una de ellas tenía el tornillo aún, ya que no había podido quitarlo en su momento por estar muy agarrotado y giraba con la propia grapa al intentar sacarlo. Con un destornillador sujeté la grapa y logré aflojarlo. Salió junto con el trozo de plástico roto que sirve de sujeción a la moldura.


Quité el embellecedor interior de la puerta trasera izquierda, que había echado en falta al fijarme en las piezas que tenía guardadas y resulta que estaba pendiente de desmontar.

Intenté por enésima vez quitar las grapas azules que sirven para los tornillos de los reposabrazos de las puertas. Parece que lo estaba logrando, pero finalmente no pude. Está claro que estas grapas no se pueden quitar a menos que se rompan y sustituyan por otras nuevas. Tampoco es sencillo quitar las piezas de plástico donde se sujetan las grapas de los paneles de puerta. Intwenté quitar una de ellas y la rompí...


También intenté quitar la antena de nuevo. Eché 3en1 en la tuerca para ver si así aflojaba, dando giros bruscos, apretando para luego aflojar... pero nada. Descubrí que podía desmontar la parte que bascula en el soporte, pero no sirvió de nada. Está claro que el espárrago donde rosca la tuerca está girando dentro de la propia pieza, por lo que nunca podrá aflojarse. Me temo que tendré que romper la pieza para sacarla y buscar una antena nueva.


Estuve observando las bisagras de las puertas. Cada puerta tiene dos bisagras, una superior y otra inferior. En la inferior es donde hay un segundo eje que sirve de freno a la puerta, para que se quede abierta en una determinada posición. Este eje posee tres cilindros de plástico que rozan con una pieza metálica, haciendo de freno. Las puertas suenan muy mal al abrirlas o cerrarlas debido a que estos cilindros están muy deteriorados, y por eso quiero cambiarlos. Los ejes tienen unos topes de plástico en la parte superior que supongo es necesario quitar para sacarlos.


Sin embargo, me di cuenta de que realmente el sonido se produce porque todo el conjunto está muy reseco. Quizás engrasando todas las zonas que rozan o giran, podría eliminarse. De hecho, rocié 3en1 en los cilindros de plástico y parece que la cosa mejoró en la puerta trasera derecha.

En el caso de la puerta delantera derecha, no hace ruido, pero tampoco frena... La puerta se abre y no queda sujeta. Descubrí que en esta puerta, el eje que lleva los cilindros de plástico estaba fuera de su posición. La parte inferior se había salido. Intenté recolocarlo, pero cuando lo alineaba en su sitio e intentaba golpearlo hacia abajo, no se movía. Seguramente tendría que golpearlo con bastante fuerza y no encontré el modo.


martes, 3 de noviembre de 2015

Piezas del capó

Esta mañana he estado quitando algunas piezas que estaban en el capó, ya que quiero dejarlo limpio para pintarlo. Fotografié las pegatinas por si puedo encontrarlas o reproducirlas.


Quité el anagrama de Renault, que tiene dos tetones que entran a presión en dos grapas de plástico. Con mucho cuidado y poco a poco, logré sacarlo sin romper nada. Utilicé un destornillador plano para hacer palanca.


Después estuve quitando las grapas de sujeción de la llave para aflojar las tuercas de las ruedas. Una de ellas estaba rota. Creo que la partí yo al quitar la llave de su sitio. Y es que estas grapas de plástico están muy resecas y han perdido toda flexibilidad, como tantas otras del coche. Las grapas salían también a presión. Utilicé el mismo destornillador plano para ir sacándolas poco a poco y así no partirlas.



Saqué una grapa metálica que sirve de sujeción de la varilla de apoyo del capó. Salió haciendo palanca con el destornillador, con cierta dificultad. El otro extremo de la varilla va sujeto con una pieza remachada al capó. Tendré que utilizar el taladro para quitarla.


También quité unas piezas de plástico que había en los laterales del capó y que supongo sirven para protegerlos.


Junto con todas estas piezas, guardé las tuercas y arandelas de sujeción del cierre del capó.