viernes, 31 de marzo de 2017

Limpieza del eje de brazo de suspensión delantero superior

Con ayuda del cepillo metálico, limpié el casquillo del eje de uno de los brazos de suspensión delantero superior. También limpié las tuercas y arandelas, pero en el caso de eje, sólo repasé las roscas, ya que no quise cepillar la zona intermedia, que parecía tener algún tipo de tratamiento y que sólo limpiaré para retirar la grasa.


Limpiando tornillería de la culata

He terminado de limpiar la tornillería de la culata que ayer dejó Mariano a medio terminar.


Es un trabajo muy tedioso y repetitivo, pero el resultado merece la pena. Repasándolo todo, me di cuenta de que faltaban algunas arandelas. Habrá que reponerlas.

Revisión de válvula 1

Hoy he comprobado con mayor exactitud la holgura entre vástago y guía en la válvula número 1 (escape de cilindro 1, el más cercano a la distribución). Para ello, he colocado la culata sobre un mármol y he fijado el soporte del reloj comparador con el imán. Así, el conjunto quedaba más seguro.


Malas noticias. Definitivamente, la holgura entre válvula y guía es excesiva. Medí en torno a 0,3mm, cuando lo máximo admisible es 0,05mm... Esta válvula es de escape. En ellas, la holgura es menos grave, pero en las de admisión, esta holgura produce consumo de aceite, ya que la aspiración de la mezcla de aire y gasolina hace que por este hueco pase aceite procedente de la tapa de balancines.

Realicé varias medidas en la válvula y sus componentes, teniendo en cuenta las dimensiones que aparecen en el manual:


Longitud de la válvula: 89mm.


Diámetro de la cabeza: 29mm. (original es 29mm).

También comprobé las dimensiones del muelle respecto a las del manual:


Longitud del muelle: 47mm. (original es 46,9mm).


Diámetro interior: 22mm. (original es 21,6mm).


Diámetro del hilo: 3,5mm (original es 3,4mm).

Se puede decir que el muelle estaba bien. Las variaciones en las medidas son por exceso, y supongo que es porque con el calibre no puede medirse de manera tan precisa.

También comprobé las dimensiones de varilla empujadora y taqué:


Diámetro de la varilla: 5,5mm. (original es 5mm). Esta medida no comprendo por qué sale así.


Diámetro del taqué: 19mm (original es 19mm).


Longitud del taqué: 33,7mm.

jueves, 30 de marzo de 2017

Repasando la culata

Hoy he sacado la culata para repasarla, con la intención de montar las válvulas y dejarla lista para cuando esté montando el motor, poder montarla sin perder más tiempo y cerrar el motor lo antes posible.
La culata estaba bastante limpia, ya que la guardé después de haber trabajado en ella varias veces. Lo único que quedaba por hacer era repasar las roscas, esmerilar las válvulas y hacer una limpieza final. Cogí el estuche de los machos y terrajas y me puse a repasar las roscas. En el lateral de los colectores, las roscas eran M8. En principio, entraba el macho intermedio y saqué algo de suciedad, pero el macho de acabado no entraba...


Pero estaba girándolos con la mano, así que probé con el giramachos y entonces sí que entró. Giraba con cierta dureza y salieron restos de suciedad y restos metálicos.


Supongo que el macho estaba muy nuevo y comía algo de material, pero  nada grave, ya que probé a roscar un tornillo y no había ningún problema. También repasé las roscas de los dos frontales, con machos M6.


Las roscas de la cara superior, las de los espárragos de sujeción de la tapa de balancines, no los pude repasar, ya que parecían de una medida intermedia (¿M7?). O quizás tenían una rosca fina.

Mientras tanto, Mariano me estuvo echando una mano con los tornillos, espárragos, tuercas y arandelas de la culata. Los estuvo limpiando con cepillo metálico, aunque no pudo terminarlos todos.


Por la tarde me quedé un rato y estuve haciendo mediciones de las válvulas. Cogí la número 1 (escape de cilindro 1) y medí el vástago en la parte superior, intermedia e inferior. Obtuve 6,96mm, 6,95mm y 6,94mm, respectivamente. La medida original es de 7mm, por lo que el desgaste era excesivo...


También coloqué la válvula en su guía y medí la holgura con ayuda del reloj comparador. No sé si lo hice correctamente, pero obtuve valores de entre 0,2 y 0,4mm, lo cual es una barbaridad. No sé si había una holgura excesiva o si estaba midiendo mal, pero me temo que era lo primero.


Después estuve haciendo un útil para limpiar la rosca del alojamiento de las bujías. En realidad, lo que hice fue mejorar el que ya hice en su momento. Para ello, corté una bujía por su rosca. Lo intenté con segueta, pero la parte central es de cerámica y no era posible.


Así que lo intenté con la amoladora neumática del taller. Me costó bastante (casi me como el disco entero), pero al fin se cortó.


La rosca quedó con un trozo de cerámica en el interior, así que intenté taladrarlo, pero no lo logré. Después lo golpeé con martillo y cincel, y sí que conseguí sacarlo.


Pero... destrocé la rosca al sujetarla en el tornillo de banco... y eso que puse cartón para protegerla. Pero se ve que era muy fino. Así que vuelta a empezar con otra bujía. esta vez con el corte se separó la cerámica.


Después tenía que soldarle un tornillo. Esta vez elegí uno de culata, ya que era más largo (mejor para que sirva de sujeción) y la punta es más reducida, de manera que encajaba mejor en la pieza.


Limpié las superficies de contacto con cepillo metálico para mejorar la soldadura.


A pesar de no saber soldar, poner un par de puntos de soldadura de mala manera sí que puedo hacerlo...


El tornillo quedó torcido, pero no tenía importancia, pues se trata sólo de un mango con cabeza para acoplar una llave y poder girar la rosca. Limpié la soldadura y repasé los salientes con la piedra de esmeril.


Lo probé en una de las roscas de bujía y se aprecia la suciedad que arrastra.


Con este útil se puede acceder a todo el recorrido de la rosca, ya que puede roscarse tanto por el lado de montaje de la bujía como por el lado de la cámara de combustión, que es donde más carbonilla había.

Sin embargo, al llegar a un punto de más resistencia, la soldadura se partió un poco, por lo que tuve que reforzarla y repasarla de nuevo.


miércoles, 29 de marzo de 2017

Montando los soportes del brazo de suspensión trasero derecho

Esta mañana, lo primero que hice fue limpiar con el cepillo metálico los tornillos, tuercas y arandelas de sujeción de los soportes y el amortiguador en el brazo trasero derecho.


Con ayuda de Mariano, nos pusimos a montar el soporte interior en el brazo. Como ya comenté, era importante evitar el desplazamiento relativo entre el soporte y el silentblock al introducirlo en el alojamiento del eje. Pero en realidad era más sencillo de lo que parecía. Simplemente había que presionar el silentblock precisamente por el casquillo interior, el que sobresalía, ya que éste sería el que rozara con el eje, por lo que no habría ningún desplazamiento más.

Utilizamos una cadena de piezas para poder realizar el montaje con la prensa. De arriba a abajo: pletina gruesa apoyada en el casquillo interior, soporte interior, brazo, pletina de apoyo, gato hidráulico, base de apoyo.


Necesitamos varias manos para sostenerlo todo y mantener el conjunto alineado. También nos ayudó Fernando (alumno de primero). Él se encargaba de verificar que las marcas de referencia del casquillo interior y del eje coincidían en todo momento. Esta prensa no funciona, pero nos servía de apoyo. El elemento que hace la presión es el gato hidráulico. El brazo fue subiendo poco a poco y parecía que todo iba bien, hasta que se puso muy duro y nos dimos cuenta de que el soporte estaba torcido...


Como ya había entrado unos milímetro el eje en el casquillo, el soporte ya no salía con facilidad. Sujetamos el brazo en un tornillo de banco y Mariano le dio unos golpes con martillo de nylon hasta que salió. El casquillo estaba marcado:


Volvimos a intentarlo, esta vez con más cuidado y colocando un pequeño suplemento de cartón en la base del gato, que parecía no apoyar totalmente plano. Y esta vez sí que entró recto. Ahora lo que teníamos que controlar era la profundidad a la que quedaba montado. El original quedaba con el casquillo interior a ras del extremo del eje, pero en este caso, al ser el casquillo interior más largo, calculé que tendría que quedar sobresaliendo 26mm.

Tras un primer intento, comprobamos la profundidad. Nos ayudábamos de la marca de montaje original en el eje, que podía verse por el interior del soporte. Finalmente lo dejamos a unos 28mm.


Al fin teníamos montado uno de los soportes, y parecía haber quedado perfectamente. Ahora era el turno del otro. En este caso, el problema era que no podíamos apoyar el brazo sobre el extremo contrario, ya que presionaríamos el conjunto recién montado. Buscamos la manera de apoyar el brazo directamente sobre su propio eje, lo cual logramos introduciendo un vaso de 27mm.


Para presionar el soporte exterior, utilizamos una pieza que había en el taller y cuyo diámetro coincidía con el casquillo interior, así el empuje sería correcto.


De nuevo colocamos la torre de piezas en la prensa y presionamos con el gato cuando todo estuvo alineado y con las marcas en su sitio.


Esta vez el soporte entró bien a la primera y la profundidad de montaje debía ser de 11mm. Lo dejamos a 12.

Tras muchos quebraderos de cabeza tenía el brazo renovado y con soportes nuevos.


Pero al observarlo, algo no me cuadraba... Apoyé el brazo en la mesa y el soporte exterior quedaba en una posición extraña... Me puse a buscar fotos del desmontaje (lo cual debí haber hecho antes) y entonces me di cuenta de que el soporte estaba girado unos 90 grados... ¿Cómo era posible?

Se me ocurrieron varias causas. La primera fue pensar que había traspasado mal las marcas del soporte antiguo al nuevo. Pero tras pensarlo bien, no era cierto. Lo había hecho bien. Después pensé que había montado el soporte del brazo contrario. Son muy parecidos y sólo se diferencian en la posición de las tuercas. Pero tampoco. Ése era el correcto.

Entonces, ¿qué había sucedido? Bueno, tras mirar  varias fotos, comprendí el error. Resulta que, debido a mi obsesión por no equivocarme, hice tres marcas de referencia en el soporte original, pero en el eje sólo hice dos, por lo que confundí las marcas e hice coincidir dos del soporte con las dos del eje, pero no eran correspondientes. En las siguientes fotos se puede entender el fallo:



Como se puede ver, yo pasé las marcas 2 y 3 al soporte nuevo, mientras que las que marqué en el eje fueron la 1 y la 2 (pensando que también eran la 2 y 3), por lo que el soporte quedó girado. En realidad, podría haber puesto el soporte correctamente de haberme dado cuenta y haber hecho coincidir simplemente la marca 2 en ambas piezas... Un desastre, vamos. Y todo por hacer tantas marcas. Para alinear dos piezas, sólo hace falta poner una marca en cada una de ellas... Aprendido.

Tras descubrir el error, tenía claro que tendría que comprar otro soporte nuevo. Aun así, intentamos desmontar el soporte con un extractor, interponiendo un extractor de guillotina... Lo mismo que intentamos hacer con el original y que no sirvió de nada. Y esta vez sucedió lo mismo, así que habrá que taladrar la goma y cortar el casquillo para desmontarlo.

martes, 28 de marzo de 2017

Montando el soporte interior del brazo trasero derecho

Una vez secó el convertidor de óxido, repasé el alojamiento del silentblock con lija P800.


Para poder colocar adecuadamente el silentblock y el soporte en el brazo, debía guiarme por las marcas que hice antes de desmontarlos. Tenía las marcas tanto en el eje como en el soporte, pero así no me servían de nada. Necesitaría marcar el silentblock para que me sirviese de guía intermedia, y así lograr montar el soporte en el brazo en la posición adecuada.

Otro aspecto a tener en cuenta es que tenía que montar tres piezas. Esto significaba que cuando montase dos de ellas, al montar la tercera podría desplazar las dos anteriores. Estamos hablando de piezas que entran a presión, y la presión del montaje final podría afectar al primer montaje realizado, no sé si me explico.

El caso es que decidí que lo mejor sería montar primero el silentblock en el soporte y, posteriormente, montar ambas piezas ya unidas sobre el eje del brazo. Eso sí, cuidando que ambas se deslicen solidarias y sin desplazarse la una respecto a la otra.

Trasladé las marcas del soporte a la cara externa del silentblock, para que sirviesen de guía al introducirlo.


Con esto, ya podía montar el silentblock en el soporte. Me cercioré unas 1500 veces de que las marcas eran correctas. Esto sería fundamental para que soporte y brazo quedasen bien montados. Monté el silentblock en el soporte con ayuda de la prensa. Me echó una mano Mariano. Utilizamos un casquillo del mismo diámetro que el casquillo exterior del silentblock. Además, interiormente no chocaba con el saliente del casquillo interior. Para que el empuje fuese equitativo en todo el perímetro, pusimos una pletina en la parte superior.


Tras alinear las marcas del silentblock y el soporte, comenzamos a presionar... y el silentblock entró torcido...


Estuvimos pensando cómo alinearlo de nuevo, que si presionando en el lado más levantado, que si seguir presionando centrado... ¡y resulta que no había entrado aún! Lo sacamos con la mano. Menos mal. Volvimos a probar y esta vez entró perfectamente. Eso sí, utilizamos una pletina más gruesa y con las caras más planas (la pieza que había hecho Sandra en este trimestre de Mecanizado...). Lo dejamos con el casquillo exterior a ras del soporte, como estaba el original.


Ahora tocaba montar el conjunto del soporte y el silentblock en el eje del brazo. Para ello, pasé las marcas del extremo del eje a la cara exterior del silentblock. Pero estas marcas no me servirían allí para el montaje. Necesitaba tener esas marcas en la cara interior, que es la primera que contacta con el eje al montarlo.

No sabía cómo hacerlo de manera fiable, y al final lo hice a ojo de buen cubero... Y me quedó bastante bien. De hecho, no recordaba que ya tenía esas marcas en el canto del silentblock... y coincidían.


Transformador de óxido en el brazo de suspensión trasero derecho II

Hoy he revisado cómo quedó el brazo tras el trabajo de ayer y se notaba que algunas zonas estaban menos cubiertas que otras.


La verdad es que no utilicé mucha cantidad de convertidor, sino que más bien lo extendía mucho y, al ser acuoso, se formaban burbujas y no quedaba tan homogéneo. Así que hoy le he dado otra mano, esta vez con brocha, pero de nuevo sin querer utilizar mucho producto.


El soporte interior también necesitaba un repaso.


Cubrí el alojamiento interior con cinta de carrocero y le di otra capa:


Cuando el convertidor seca, se nota que hay zonas en las que se ha acumulado más producto (zonas brillantes) y zonas en las que ha actuado menos y quedan menos brillantes. Bueno, lo importante es que todo quedó protegido y el acabado es más que satisfactorio. Ahora podía empezar a montar los soportes.