lunes, 30 de septiembre de 2019

Recogiendo molduras / Agujeros en goma de puerta

He guardado las molduras de las puertas, protegiéndolas para que no se arañen unas contra otras:


Por cierto, como curiosidad, las molduras de las aletas traseras son diferentes (la derecha respecto a la izquierda):


Esto debe ser a causa de que este coche tiene la peculiaridad de tener mayor distancia entre ejes (30mm) en el lado izquierdo que en el derecho.

Me habían preguntado si las gomas de las puertas tenían agujeros, ya que éstos sirven para liberar el aire del interior y así ofrecer menos resistencia al cierre de la puerta. Yo pensaba que sí los tenían, pero ¡estaba equivocado! No había ningún agujero en las gomas, y esto era una muy buena noticia. Quizás si hacía los agujeros, resolvería el problema del cierre de las puertas.

Hacer los agujeros con un destornillador o algo punzante no era buena idea, ya que el agujero quedaría tapado por el propio material. Había que retirar el material del agujero para que siempre quedase abierto. Pensé que utilizar un soldador sería una buena idea, pero quise hacer una prueba en otra goma:


Como puede observarse, al insistir mucho en la zona, la goma se quedaba blanquecina, además de no quedar el agujero abierto. Decidí utilizar el sacabocados.


Con él sí que logré hacer agujeros, pero el acabado era malo, ya que el corte no era limpio. Además, debía proteger con cartón la parte trasera de la goma para evitar marcar la carrocería. Entonces se me ocurrió calentar la punta del sacabocados con un mechero y así el corte podría ser más limpio:


Y así fue. Hice agujeros a lo largo de toda la goma:


Cuando intenté cerrar la puerta... Nada. Todo seguía igual. Me di cuenta de que los agujeros los había hecho muy hacia el frente de la goma, por lo que la propia puerta los tapaba al cerrar, así que hice otros en la zona que no contacta contra la puerta. Pero no sirvió de nada.

Retiré la goma de la mitad inferior del contorno de la puerta y entonces sí que cerraba bien. Está claro que es la propia goma la que frena el cierre y no es nada relacionado con bisagras ni con cerradura.

El "Lámbor" vuelve al taller

Hoy me he quedado por la tarde y he aprovechado para ir con Ismael al parking a por el R5. No quería pagar otro mes más de alquiler de la plaza de garaje y en el taller ya había sitio para colocarlo.

De nuevo, fuimos sobre las 3 de la tarde para evitar tráfico y gente por la calle. El R5 arrancó al cabo de un par de intentos y, con ayuda de Ismael, maniobré para llevarlo hasta la rampa de salida.


Era una rampa pronunciada, pero la subió sin problemas (pensé que lo mismo no tendría fuerza...).


Por la calle no hubo problema ninguno, aunque esta vez nos cruzamos con más coches y gente que la vez anterior. Ismael iba delante con su coche. El R5 es incómodo de conducir, ya que tiembla todo y hay muchos ruidos debido a las piezas que faltan por montar. Aun así, noté que los baches y badenes los pasa con sorprendente suavidad (la suspensión no es muy deportiva que digamos).


Ya en el taller, lo coloqué al fondo, junto a mis cosas, de manera que no sea complicado llevarlo al elevador si fuese necesario.


Una foto más artística:

viernes, 27 de septiembre de 2019

Pintando molduras restantes y paragolpes trasero

Me quedaban por pintar unas cuantas molduras laterales y el paragolpes trasero. Quería pintar todas estas piezas a la vez para aprovechar el único spray de pintura que me quedaba (compré dos y ya gasté uno con el parachoques delantero y las otras molduras).

Antes de nada, repasé las piezas con agua para limpiar el polvo y las repasé con disolvente:


También pintaría los tapones de los tornillos de las molduras y los tornillos de sujeción del paragolpes, que quedarían más discretos en color gris.

Tenía pensado pintar el paragolpescon una capa de gris más claro como base para que el color resultase más similar al de las molduras(que por desgaste eran más claras), pero finalmente no quise arriesgarme por si daba peor resultado. Además, probé el color en una zona del paragolpes y parecía que quedaba bien.

Gasté todo el spray aplicando varias capas en las diferentes piezas, aunque reconozco que no fue suficiente y no quedaron con un color homogéneo:



Los tornillos quedaban muy discretos una vez pintados:


Se notaba que el paragolpes lo tendría que haber repasado mucho más a fondo, ya que había zonas con imperfecciones:


Tendría que haber retirado esos restos de pintura (aunque con el decapante ya no fui capaz) y haber lijado otras zonas con rebabas y demás defectos. Pero a estas alturas ya no me apetece entretenerme más y sólo quiero dejar las piezas lo mejor posible para montar y terminar el coche de una vez. De todas formas, el paragolpes es una pieza que se puede desmontar en cualquier momento y volver a trabajar en él.

Ya que lo tenía pintado, quise montar los reflectantes nuevos que había comprado. Incluían unas grapas que intenté utilizar, pero no daban buen resultado:


Por más que las apretaba, no dejaban el reflectante fijo y, además, dañaban el plástico con riesgo de partir los tetones de sujeción. Probé a utilizar el método de fijación original, con las piezas de plástico que encajan a presión en los orificios:


Pero el reflectante quedaba suelto de nuevo, debido a que los tetones eran más largos, y no quise recortarlos. Finalmente, se me ocurrió utilizar cinta de doble cara:


Y quedaron muy bien, con una fijación fuerte que dudo que pueda soltarse con facilidad:


El paragolpes, de lejos, se veía espectacular:


martes, 24 de septiembre de 2019

Asientos de R5 TS (segunda mano)

Desde que comencé con la restauración del R5, me llamaron mucho la atención los asientos que se montaron en la versión TS de primera generación. Se trata de asientos con el reposacabezas integrado y un diseño espectacular:


Cuando estuve en Francia, ya los estuve buscando, pero los que se vendían estaban demasiado lejos. Una vez de vuelta a España, me puse a buscarlos y encontré hasta dos vendedores. Me decanté por unos que se vendían en Valencia y me decidí a comprarlos. No tenían mal aspecto por las fotos:


Estuve negociando una rebaja del precio con el vendedor, ya que tendría que ir hasta Valencia a por ellos, pero él me ofreció no rebajar el precio y enviármelos sin coste adicional. Acepté. Llegaron en un paquete alargado, ya que los había desplegado para que abultasen menos:


El paquete lo recogió mi amiga Eli en su tienda, donde ha estado unas semanas hasta que he podido ir a por él. Una vez abierto, separamos los asientos:


Uno de ellos dió problemas a la hora de plegarlo, ya que la tela tenía una zona pegajosa que se enrollaba en la varilla y complicaba la operación.


Con cuidado, logramos devolverlo a su forma original:


Retiré la funda que tenía uno de los asientos originales para compararlos:


Ya no recordaba la forma de los originales. Pensaba que eran más sencillos. Aun así, me encantan los de TS y serán los que tapice para montarlos. Ahora tengo que encontrar un tapicero decente y no muy caro.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Moviendo mis cosas de sitio

El curso pasado tuve que trasladar mis cosas del aula-taller donde estuve trabajando. Además, tenía piezas guardadas en un pequeño almacén, y también tuve que quitarlas, porque en toda esa zona iban a hacerse obras (como en el taller de coches).

Tuve suerte y pude utilizar un aula que estaba sin uso, ocupándola y trabajando allí durante unos meses. Pero ahora tenía que vaciarla, debido a que iba a volver a utilizarse este nuevo curso. Durante una mañana, trasladé todo, echándome una mano Antonio el conserje. El aula antes y después:



Todo esto lo llevé al taller, donde habían terminado las obras, y ocupé un rincón:


Más adelante, metí las estanterías y llevé más cosas que tenía en nuestra aula de clase (asientos, tapicería, tubo de escape...). Lo ordené todo para ocupar el menor espacio posible: