lunes, 12 de septiembre de 2016

Comprobación del distribuidor en el banco de pruebas

Probar el distribuidor en el banco eléctrico ha sido una auténtica odisea. Se notaba que nunca había realizado este tipo de pruebas. Además, existe muy poca información para aprender. He tenido que pedirle ayuda a un antiguo compañero, Miguel Ángel, que me ha orientado y echado una mano. Desde aquí, quiero agradecérselo.

Lo primero fue, como ya comenté, lograr que saltara la chispa en los electrodos del banco. Parecía existir un fallo de conexión a masa, pero lo cierto es que la conexión se realiza al contrario de lo que yo pensaba. Los electrodos reciben positivo por la parte inferior y hacen masa por la parte superior, donde existe la conexión a masa a través de la chapa del banco.

Con los electrodos bien conectados y la chispa saltando en ellos, lo siguiente era comprobar si la apertura y cierre de los contactos era el adecuado. En muchos distribuidores se indica mediante la separación máxima que debe haber entre los contactos, regulándose mediante galgas de espesores. Sin embargo, en el manual del R5 aparece el valor de Dwell.


Este valor sólo puede comprobarse midiéndolo en el banco, así que tenía que ponerlo en marcha... En el banco, en el soporte para distribuidores, existe un sector graduado que se ilumina gracias a una lámpara que gira junto con el distribuidor y se enciende y apaga según se abran y cierren los contactos. El resultado es que se marcan sobre el sector graduado los grados exactos de apertura y cierre de los mismos. Una maravilla.

El problema era que la lámpara no se encendía. No pensé que el fallo estuviese en la lámpara, aunque estuve realizando diferentes mediciones para ver si le llegaba alimentación y no me
quedaba claro. Viendo que no lograba hacer que funcionase el comprobador de Dwell, decidí ponerme a desmontar el banco para ver si encontraba dentro alguna anomalía, cables desconectados, fusibles fundidos, etc. Primero abrí el panel superior, donde están sujetos los electrodos y se encuentran los mandos de comprobación de distribuidores


Allí me encontré con que los tubos que conectan la bomba de vacío tenían suciedad en su interior, así que los limpié. Fue algo complicado, ya que algunos tubos no podía desmontarlos y extraer la suciedad (una especie de tapones de espuma sólida marrón) era difícil. Por otro lado, el manómetro no marcaba correctamente. Había que poner la aguja a cero. Lo malo era que este manómetro era de los que tienen glicerina en la esfera, cuya misión es amortiguar el movimiento de la aguja. Bucando en internet, descubrí la manera de repararlo. Es muy sencillo. Existe un tapón de goma para el sellado en la parte superior del manómetro. Cuando el manómetro no marca cero en reposo, es porque se ha acumulado presión en el interior. Levantando con cuidado el tapón con ayuda de un destornillador fino, sale un poco de líquido y la aguja se va al cero. Se limpia el líquido que ha salido y listo.


Y, a todo esto, la bomba de vacío no funcionaba... Esta bomba sirve para accionar la cápsula que poseen los distribuidores para realizar el avance de vacío, comprobándose así el avance en función del vacío aplicado. Esto no me preocupaba demasiado, ya que siempre podría utilizar la pistola de vacío, aunque no es muy precisa.

Lo primero que quise comprobar era el interruptor. Y, sorprendentemente, estaba mal conectado... ¿Quién podría haberlo manipulado? Cambié la conexión y la bomba funcionaba perfectamente. Una cosa menos.


No vi nada más que pudiese estar mal en esa zona. Tocaba desmontar el panel central. El problema es que este panel no se puede abrir como el de arriba, en el que se quitan los tornillos y ya se puede acceder al interior. En el panel central, los cables de los diferentes mandos impiden poder separarlo. Intenté abrirlo lo máximo posible. Incluso corté un cable con la esperanza de que me permitiese acceder al interior, pero había muchos otros cables que lo impedían... Así que tendría que desmontar todos los mandos uno a uno para poder separar el panel.

Para ello, tuve que ingeniar algún modo de identificar los cables con sus correspondientes mandos. Lo que hice fue ayudarme de un sistema de matriz, numerando cada cable con el mando correspondiente, comenzando de arriba a la izquierda hacia abajo a la derecha. Distinguí conmutadores, tomas de conexión y lámparas indicadoras.

Los conmutadores tenían un tornillo prisionero que los fijaba a su eje. Todos eran iguales.


Las tomas de conexión las desmonté para luego volver a fijarlas al cable o cables que llevaban. Fotografié las piezas que las forman y el orden de arandelas y tuercas:



También había una toma de masa en el panel (con tres cables) que tenía que desconectarse.


El contactor de encendido del banco era una pieza complicada de desmontar. Llevaba 4 cables conectados uno en cada terminal. Los superiores podían desatornillarse bien, pero los inferiores era mucho más difícil, por ser casi inaccesible el hueco de los tornillos.


Y es que casi todo el tiempo estaba trabajando sin apenas hueco, ya que los cables de los propios mandos impedían separar el panel más de 30cm. Para colmo, según se tratara de una lámpara, toma de conexión (grande o pequeña) o mando, la fijación era distinta, necesitando diferentes llaves en cada caso...


Cuando al fin pude separar el panel, me encontré con un montón de polvo verdoso. Pertenecía a un potenciómetro de carga para probar los alternadores. Ese polvo era una especie de aislante que se había desprendido con el tiempo. Además, descubrí que la bobina del potenciómetro estaba rota y era imposible repararla, al menos para mí. Lo envolví en una bolsa para que no soltara más polvo.


El contactor de encendido, una vez fuera, se desmontaba con mirarlo, ya que los tornillos de sujeción eran los que lo mantenían cerrado. Le hice fotos por si las necesitaba para montarlo. Además, identifiqué los cables para el montaje.


Descubrí un par de cables rotos. Uno pertenecía a un transformador (¿podría ser la causa de que la lámpara de Dwell no se encendiese?) y otro venía de la parte superior del banco, la zona de mandos de comprobación de distribuidores. También había un cable mordisqueado que procedía de un rectificador. Para trabajar mejor, desmonté la bomba de vacío, que se encuentra en el centro del hueco.



Estuve reparando todos esos cables con la esperanza de solucionar los problemas con la lámpara.


Una vez reparados esos cables, probé a poner en marcha el banco para ver si había solucionado el problema. Conecté los cables de alimentación, seleccioné el Dwell y probé a accionar el motor para ver si lograba que se encendiese la lámpara. Pero nada.

Desmonté el plato de sujeción del distribuidor para investigar cómo se alimentaba la lámpara. El mecanismo es muy curioso, ya que al ser un elemento que gira, la alimentación se realiza a través de un par de escobillas. En la pieza de plástico que gira (mediante una chaveta que la fija al eje) se encuentra la lámpara.



Se trata de una lámpara pequeña, parecida a las de los testigos de los cuadros de instrumentos. Pero el filamento era más grueso. Sin embargo, estaba cortado... Pensé en cambiarla por una lámpara tipo Wedge pequeña, pero al ver que estaba soldada, no quise desoldarla por si acaso.

En mi desesperación por comprender cómo se alimentaba la lámpara (ya que medí una tensión de apenas 4 voltios en tensión continua, que eran 5 y pico en alterna... cosa rara...), me puse a desmontar la parte trasera del motor, por donde entraba un cable, que podría ser el de alimentación de la lámpara. Allí descubrí el sistema de ruptor que posee el banco para probar bobinas sin necesidad de montar un distribuidor. Pero el cable era el que enviaba negativo al banco desde el ruptor, nada que ver con la lámpara...


Finalmente decidí desoldar la lámpara. Y lo cierto es que estaba ennegrecida... Miguel Ángel me comentó que era una lámpara de neón (de ahí que no tuviese filamento), así que investigué por internet, y la más parecida y por lo visto muy utilizada era la NE-2, que encontré muy económica en Inglaterra.


Aproveché para limpiar los electrodos con cepillo metálico antes de montarlos. Se puede apreciar el tetón de bronce y el muelle de contacto a masa.



Y monté todo el banco de nuevo. Me costó algo de trabajo pero, en general, no fue complicado.

La lámpara nueva tardó unas dos semanas en llegar. Y no era exactamente igual... ¿serviría?


La soldé tal como estaba la original, con cierta dificultad a la hora de colocar los terminales, pero finalmente quedó bien.


Coloqué el plato en su sitio y puse en marcha el banco para ver si funcionaba la lámpara...


¡¡¡Y funcionaba!!! Lo que pasa es que la luz se desplazaba respecto al goniómetro... Al cabo de un rato descubrí el error: el tornillo de sujeción del disco no estaba bien apretado. Había que fijarlo fuertemente para evitar que patinase con la velocidad de giro.



Entonces la lámpara parecía encenderse en algún momento que no debía (debía encenderse sólo cada 90º), y me di cuenta de que el sentido de giro del distribuidor era al antihorario (yo lo tenía girando en sentido horario) y el ruptor no funcionaba correctamente.

Una vez que la lámpara funcionaba, podía proceder a comprobar los mecanismos de avance del distribuidor. En el manual, aparecen diferentes curvas de avance, tanto centrífugo como de vacío, según el modelo de motor. En mi caso, no tenía claro qué modelo seleccionar. Pensé que al ser el motor tipo 840 (Copa y Turbo), lo más acertado sería elegir las curvas del modelo Copa.


Según esto, la curva de avance centrífugo era la R-230 y la de avance de vacío, la C-34.

Lo primero era comprobar el Dwell, es decir, la apertura de los contactos del distribuidor. Según el manual, debía ser de 57º +/-3º. Actuando sobre el tornillo de regulación exterior del distribuidor, fui ajustándolo hasta obtener unos 33º de sombra sobre el goniómetro (la sombra significa que los contactos están cerrados).


Como se puede apreciar en la foto, me equivoqué, y lo dejé en 23º (10º menos), lo que suponía un Dwell erróneo de 67º. Este valor lo regulé con el distribuidor girando a muy baja velocidad para que no actuase el regulador centrífugo.

Después comprobé el regulador centrífugo. Según la curva R-230, a 1000 rpm el avance debería ser de unos 8º


En principio, estaba todo correcto, aunque debería hacer alguna medición a mayor velocidad para cerciorarme mejor.

De nuevo con el distribuidor girando a poca velocidad, actué sobre la bomba de vacío para comprobar el correespondiente avance de vacío. Conecté la cápsula a la toma de vacío del banco. Después, para variar la depresión producida, se acciona un mando giratorio que desvía parte del aire para que el vacío sea mayor o menor.


Según la curva C-34, a 300 mmHg el avance debía ser de unos 5º, a 200 mmHg de unos 3,5º y a 100 mmHg de 1º. Al estar la escala del manómetro en cmHg, había que quitar un cero a cada valor de depresión.




Como se puede apreciar, los valores eran bastante similares. También hay que tener en cuenta que en la gráfica de las curvas pueden verse 3 líneas: una central más gruesa y dos más finas que van paralelas por encima y por debajo. Esto significa que existe un rango de valores entre los que las medidas se dan por buenas, así que se permite cierto margen respecto al valor central.

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