martes, 8 de abril de 2014

Limpieza de conductos de ventilación IV

Ayer quité el tapizado del suelo del lado del conductor para ir eliminando cualquier fuente de olor, por insignificante que parezca. Es cierto que el tapizado huele, pero no creo que influya en el olor que procede del interior de los conductos de ventilación. Aún así, he preferido quitarlo de una vez por todas. Estaba muy pegado, a diferencia del resto de tapizados, y he tenido que ayudarme de una espátula de plástico para ir arrancando el tapizado.

Hoy he querido quitar el aislante de la zona de los pies del conductor. Para ello, he tenido que quitar varias grapas de plástico que van roscadas en unos espárragos del propio chasis.


El aislante estaba como el resto, muy deteriorado. Tiene una forma muy peculiar y será importante no perderlo para poder copiar el contorno.

Después me puse a desmontar de nuevo la columna de dirección, con el fin de dejar el habitáculo lo más despejado posible de cara a una posible limpieza más agresiva de los conductos (pistola de petrolear directamente). También desmonté el asiento del piloto, que había sido montado ante una posible prueba en carretera que nunca se hizo. Me llevó un buen rato desmontar yo solo la bomba de freno, el servofreno y la columna, pero ya casi me lo sé de memoria...

Con el habitáculo más despejado, el olor de los conductos seguía siendo exactamente el mismo. Tenía que limpiar a fondo, frotando con algún producto para eliminar todos los restos. Ya no había cagarrutas, pero los conductos estaban impregnados del olor, o había suciedad menos llamativa que desprendía ese olor. El problema para limpiar era el acceso. Si hubiese podido meter la mano por el conducto con facilidad, ya lo habría dejado limpio hacía tiempo, pero el acceso era muy limitado. Apenas podía meter los dedos por cada uno de los orificios que hay, sin llegar muy profundo y sin poder maniobrar ni hacer presión a la hora de limpiar...


Algo que llevaba tiempo planteándome era desmontar los difusores de aire hacia el parabrisas. Son unas piezas de plástico que van a lo largo del parabrisas, montadas sobre los conductos de ventilación. Estas piezas parecían estar remachadas con remaches de plástico y, por lo tanto, eran imposibles de desmontar. Sin embargo, por dentro de los conductos podían verse los extremos de unas grapas de plástico, pero por más que los presionaba para sacarlas, no lograba nada.


Hoy se me ocurrió que quizás tenía que pulsar por el centro de las patillas de la grapa para liberarlas (hay grapas que se desmontan así). Probé con la grapa de la izquierda del difusor del lado del acompañante, que tenía fácil acceso desde el hueco de ventilación central. Al hacerlo (utilicé un destornillador plano de canto), un vástago comenzó a salir por la parte superior de la grapa... Al seguir empujándolo, salió por completo, y la grapa podía quitarse.


Después me puse con la grapa de la derecha. Ésta era casi imposible de alcanzar. Tenía que meter el destornillador por el hueco de ventilación del acompañante, sin apenas posibilidad de maniobra y, a ciegas, intentar empujar el vástago hacia arriba metiendo la punta del destornillador entre las patillas de la grapa, que quedaba bastante lejos del hueco... No podía iluminar el hueco, ya que la lámpara me estorbaba para trabajar. Pero se me ocurrió poner la lámpara por debajo, iluminando desde el hueco de salida de aire a los pies. Así pude colocar mejor el destornillador y lograr sacar la grapa después de un buen rato de sufrimiento...

Con el difusor fuera, tenía un nuevo hueco para acceder al conducto de ventilación y limpiarlo mejor.


2 comentarios:

  1. Ánimo con la limpieza Alberto, vaya si esta dándote trabajo, pero seguro que al final quedará bien, menos mal que los roedores solo lo usaron de vivienda y no se dedicaron a roer plásticos, gomas etc.

    Un saludo.

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  2. Gracias por los ánimos, Álvaro. Tienes razón en que podría haber sido mucho peor...

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