martes, 11 de marzo de 2014

Frenos delanteros

Hoy me he puesto con "el Yuyu" a revisar los frenos delanteros. Hemos puesto las dos ruedas traseras, que habíamos quitado para revisar los frenos traseros y hemos subido el Lambor al elevador.

Al quitar las ruedas delanteras, nos encontramos con lo de siempre: suciedad, óxido, bichitos...


 

  "El Yuyu" desmontó la pinza izquierda y yo la derecha, con su ayuda. Lo primero fue quitar los dos tornillos de sujeción de la pinza al soporte. Para ello hay que utilizar dos llaves: una 17 (tuerca interior) y una 13 (cabeza del tornillo). Antes hay que aflojar el latiguillo de freno, aunque se puede aflojar con la pinza suelta, pero volviéndola a colocar para tenerla sujeta y poder hacer fuerza para aflojar el latiguillo. Con la pinza suelta, hay que hacerla girar para liberarla del latiguillo, que lleva una arandela de cobre.


Una vez las pinzas fuera, les hemos quitado el fuelle de goma que protege al pistón. Para ello hay que quitar un clip circular que lo sujeta en su base. Por último, había que extraer el pistón. Ambos estaban completamente bloqueados y hubo que hacer como con los bombines: usar la fuerza del aire a presión. De nuevo el problema era lograr que no se escapase el aire para no perder fuerza, pero al final lo logramos.


Entonces llegó la hora de ponerse a limpiar. Limpiamos los pistones con gasolina, pero los cilindros no podían limpiarse así, ya que tienen un retén de goma. Lijamos tanto los cilindros como los pistones con lija P1000. También se limpiaron los purgadores y se soplaron los conductos interiores del cilindro. La verdad es que la limpieza no pudo ser muy exhaustiva, aunque el objetivo era recuperar los frenos, nada más. De hecho, no se lijaron ni las pastillas ni los discos, ya que están demasiado oxidados y no merecía la pena invertir tiempo en eso. Si lográbamos que el circuito hidráulico funcionase, tendríamos frenos suficientes.



De nuevo en el coche, montamos las pinzas. Primero hay que volver a roscar el latiguillo, haciando girar la pinza sin olvidar la arandela de cobre. Después, se montaron las pinzas con sus correspondientes tornillos (teóricamente estos tornillos deben sustituirse en cada montaje y deben llevar fijador de rosca). Por último, se apretaron los latiguillos.

Lo siguiente era limpiar el interior de todos los latiguillos de freno, desde la salida de la bomba hasta la llegada a cada rueda. Para ello, utilizamos aire a presión. Logramos que saliese líquido de frenos por los latiguillos traseros pero, en cambio, por los delanteros no salió nada... Lo dejamos por imposible y decidimos dejarlo así y ver si con los frenos traseros sería suficiente para frenar medianamente bien el coche.

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