jueves, 24 de enero de 2019

Pintura de rejillas traseras

Como el aspecto de las rejillas era mejorable (se veían desgastadas por el sol), decidí pintarlas. Para ello, las limpié con disolvente y les apliqué varias capas de pintura en spray negro satinado. La técnica que utilicé fue dar una capa muy leve en primer lugar, a pesar de que se veía la superficie más bien "salpicada". Sin esperar mucho tiempo (unos minutos), apliqué una segunda capa y, al cabo de otros minutos, una tercera capa más generosa. De este modo, una capa se solapa con la anterior, lográndose un acabado más homogéneo. No es la manera de pintar que yo he llevado a cabo hasta ahora, y creo que ha dado muy buen resultado:


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