miércoles, 18 de junio de 2014

Limpiando piezas del motor XIV

Hoy me he dedicado a recoger un poco y hacer limpieza de las mesas que estoy utilizando. Después, me he puesto a limpiar los conjuntos biela-pistón. He comenzado utilizando desengrasante y disolvente. Para frotar, utilicé estropajo verde y recorté los pelos de la brocha para que hiciese más fuerza.

Tras una primera limpieza, logré quitar bastante grasa y carbonilla. Y es que el aspecto de las bielas y los pistones era similar al del resto del motor: negro. Únicamente los laterales de los pistones tenían color gris, ya que no se acumula nada debido al movimiento constante. Sin embargo, por la zona de encaje de los bulones sí que estaban ennegrecidos.

Cuando se me terminó el desengrasante, en vez de coger otro bote, utilicé un desengrasante que me había traído Pepillo (alumno de 1º Electromecánica). Me quedé muy sorprendido con este producto. Pedro me había comentado que conocía a un mecánico que lo utilizaba para limpiar la carbonilla de las piezas del motor, al igual que estaba haciendo yo, por eso me trajo un bote para que lo probase. Y quedé encantado. Este desengrasante es mucho más potente que el desengrasante que yo tenía (me lo recomendó Román) e incluso que el KH-7 o el disolvente. La marca no es nada conocida y el bote vale 1€, una ganga.


Rocié varias veces los pistones y bielas. Simplemente con frotar con la brocha, ya lograba arrancar carbonilla. Insistía con el estropajo verde en las zonas que más se resistían. Llegó un momento en que tuve que quitar los segmentos para limpiar mejor la cabeza de los pistones y las ranuras de los propios segmentos. Los segmentos de engrase (inferiores) salieron fácilmente, pero los de compresión y fuego (intermedios y superiores) eran más complicados de sacar. Román me ayudó a sacarlos de un pistón. Utilizó unos alicates con muelle. Después yo saqué los del resto de pistones. No fue fácil. Hay que tener mucha maña para sacarlos sin arañar el pistón y sin que se rompan los segmentos. Se me rompió uno, de hecho. Ahora no tenía importancia, pero no quería ni pensar en que se me rompiese uno de los nuevos al ponerlos...




Volví a darle un repaso a todos los pistones y bielas, esta vez aprovechando para darle a las ranuras de los segmentos, que por cierto, eran bastante difíciles de limpiar por lo estrechas que son. Dejé todo en remojo de desengrasante para seguir mañana.


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