viernes, 22 de junio de 2018

Montando los nuevos tornillos de los soportes de los brazos traseros


A veces una o dos fotos no reflejan el trabajo que hay detrás. Incluso hay entradas en las que no pongo ninguna foto, y eso no significa que no exista mucho trabajo. Es el caso de estos tornillos nuevos que aparecen montados.

En primer lugar, estaba solo en el taller, y si quería ponerme a montar los famosos tornillos de los soportes, debía colocar el coche en el elevador sin ayuda (el otro día tuve que quitarlo). Y como el coche no tiene la cremallera de dirección montada, al empujarlo, las ruedas delanteras se giran y no hay manera de desplazarlo.

Tras un rato luchando con las ruedas y empujando adelante y atrás, logré colocarlo en el elevador, aunque bastante descentrado. Pero me daba igual. El caso era poder subirlo. Una vez arriba, me di cuenta de que no podría montar los tornillos, ya que los soportes se habían girado y los orificios no estaban alineados con los del chasis. Esto era debido a la fuerza que ejercían las barras de torsión, así que tendría que desmontarlas.

Me puse a desmontar la barra izquierda directamente, y eso fue un error. Estaba torsionada y, por tanto, era más difícil sacarla de su alojamiento. Estuve golpeándola hasta que me di cuenta de que no iba a salir y, además, había dañado el estriado del soporte con el prolongador que utilizo para golpear las barras... Lo que me faltaba.

Cogí un enfado tremendo. Empecé a pensar que nada merecía la pena, que estaba harto de tanto esfuerzo realizado, tanto tiempo invertido, tantos gastos... y todo para que en un despiste, cometa un error y rompa algo que impida que pueda terminar el coche. ¿Dónde iba a encontrar un soporte trasero como el de este coche francés? No sabía si los españoles llevaban el mismo soporte.

Tras el cabreo monumental, me puse a golpear la barra en sentido contrario, para ver si entraba y, de paso, reparaba el estriado un poco. La barra entró, así que no estaba todo perdido. Pero tener el estriado dañado no me hacía ninguna gracia.

Desmonté las ruedas para tener más espacio y golpear las barras con más facilidad, algo que tenía que haber hecho antes. Pero tendría que desmontar también los amortiguadores para que los brazos tuviesen más movilidad y pudiese recolocar los soportes.

Y para desmontar los amortiguadores hay que quitar las tuercas superiores, y para eso hay que apoyar el coche en el suelo... sobre las ruedas... que había quitado antes...

Monté las ruedas, apoyé el coche y quité las tuercas superiores de los amortiguadores (que ya apreté definitivamente en su momento). Levanté el coche y quité las tuercas inferiores, que también estaban muy apretadas. Ya podía colocar el útil para desmontar las barras.

Monté el útil en el lado izquierdo y saqué la barra de ese lado, la misma que había intentado sacar antes. Cuando salió, observé el estriado del soporte, pero no tenía ningún daño aparente... ¿Cómo era posible? Bueno, pensé que quizás lo que vi era la grasa del interior que se había rozado y creaba el efecto óptico de que el estriado estaba dañado... La verdad es que he quitado las barras varias veces y nunca había sucedido nada. Además, no creo que fuese tan sencillo dañarlas con un elemento romo. Menos mal que todo quedó en un susto.

Con ambas barras desmontadas, los brazos tenían mayor movilidad y pude montar los tornillos, aunque me quedó pendiente darles su apriete (y que no revienten).

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