domingo, 10 de junio de 2018

Presentando la tapa de balancines

La tapa de balancines ya la limpié hace tiempo, aunque ahora estaba algo oxidada.


Una de las cosas que quería evitar eran las típicas fugas de aceite a través de la junta de la tapa, algo muy común y que ensucia mucho el motor por fuera. La monté en su lugar sobre la culata para ver cómo asentaba, por si estaba deformada en algún punto. Sin embargo, lo que descubrí fue que en ciertos puntos existían salientes que evitaban su correcto asiento.


Se trataba de las esquinas de las chapas interiores laterales, que forman el canal donde va alojada la junta. Estas esquinas sobresalen más allá del plano de la propia tapa, por lo que la levantan al apoyar sobre la culata.


Tendré que rebajar estos puntos hasta lograr que el asiento sea lo mças perfecto posible, para que la junta realice su trabajo correctamente y no haya fugas de aceite.

Pero la tapa necesitaba una limpieza final y una mano de pintura. Sin embargo, no me fiaba de la limpieza que hice de la zona interior, ya que en los huecos entre la chapa que reparte el aceite y la propia tapa, seguro que seguían existiendo restos de carbonilla. Estos restos podrían desprenderse y acabar en algún lugar del motor donde provocarían posibles daños.

Las únicas soluciones que se me ocurrían eran:

- Llevar la tapa a alguna empresa donde la limpiasen con una máquina de ultrasonidos (habría que buscarla, enviarla y pagarlo).
- Desoldar la chapa para poder limpiar la zona inaccesible (sería muy complicado hacerlo y que quedase bien y sin romper ninguna pieza).
- Comprar una tapa nueva (muy difícil de encontrar).

Entonces Julio me comentó la posibilidad de que hubiese alguna máquina de limpieza por ultrasonidos en el laboratorio del instituto, ya que se suelen utilizar para limpiar el instrumental. Sin embargo, sería pequeña y poco potente. También se le ocurrió que quizás en la Universidad hubiese alguna posibilidad. Y el padre de Paco es profesor en la Escuela de Ingeniería... Así que le pregunté. Sorprendentemente, me dijo que no sólo su padre tenía acceso a este tipo de máquina, sino que no había ningún problema en llevarse la tapa y limpiarla. Le di la tapa y espero que vuelva a verla todo lo limpia que me gustaría.

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