jueves, 23 de abril de 2015

Limpiando la caja de cambios

Esta tarde me he quedado en el instituto y, además de estar desmontando las molduras, he comenzado a limpiar la caja de cambios por fuera, que necesitaba un buen lavado de cara...


 

Lo primero que hice fue desmontar el conector eléctrico que tiene en la parte superior. Va sujeto con un clip a un soporte de chapa.


El clip es fácil de quitar. Sin embargo, el conector va encajado en el soporte mediante dos ranuras y me costó algo de trabajo sacarlo, ya que no salía con facilidad y no quería que se rompiese.


Quise desmontar el soporte y vi que estaba unido mediante dos tornillos a una pieza de plástico, así que decidí quitar la pieza de plástico, que estaba unida a la carcasa de la caja de cambios mediante otros 4 tornillos. La idea era quitar todas las piezas susceptibles de ser arañadas o deterioradas durante la limpieza.


Y entonces descubrí que esa pieza era una tapa de registro...


Se trata de un acceso al mecanismo de bloqueo en posición "parking". Desde aquí puede desbloquearse manualmente si la palanca de cambio fallase. También es necesario quitarlo para desmontar la caja por dentro.

Volví a poner la tapa y desmonté el soporte con los otros dos tornillos. Hay otras dos piezas sobre el soporte que sirven para sujetar distintos cables.



Con ayuda de un destornillador plano, comencé a rascar con cuidado la tapa de plástico. Era increíble la capa de suciedad que tenía... (unos 2 mm de espesor).


Si rascaba la carcasa de la caja de cambios, se veía el aluminio brillar.


Estuve quitando suciedad de diferentes zonas de la misma manera, rascando con el destornillador. Hacía esto porque he comprobado que empezar a limpiar directamente con gasolina, desengrasante, KH-7 o cualquier otro producto, lo que hace es crear barro y extender la suciedad, no quitarla. Después hay que estar enjuagando y secando, sin poder evitar que aparezca óxido en las piezas de hierro. Además, esos productos pueden dañar las piezas de plástico o goma e incluso introducirse en las uniones y deteriorar las juntas. De este modo, quitaba una gran cantidad de suciedad en seco y, además, protegía las piezas.




También rasqué la zona interior de la campana, donde la suciedad era más grasienta debido a la presencia de restos de aceite.


Probé a frotar con estropajo verde las zonas oxidadas que tenían menos suciedad.


El resultado no me convencía, así que probé a utilizar el cepillo de fibra para el taladro. Este cepillo lo compré porque es menos agresivo que el cepillo metálico, que ya he comprobado que oscurece el aluminio. El resultado fue espectacular.


De este modo estuve limpiando diferentes zonas.


La verdad es que la carcasa quedaba muy reluciente, aunque el resultado no era del todo de mi agrado, ya que se notan las líneas del cepillado y me habría gustado que no fuese así, pero la limpieza era rápida y el acabado bastante aceptable. Siempre podría lijar y dar una mano de pintura, pero no creo que me complique tanto.

También probé a darle al soporte del conector eléctrico.


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