viernes, 15 de diciembre de 2017

Desmontaje y limpieza del servofreno

Tenía pendiente darle un lavado de cara al servofreno, que ya había comprobado que funcionaba bien en su momento, pero no lo iba a montar en ese estado. Me planteé desmontarlo para limpiarlo más a fondo, pero la mayoría de servofrenos no son desmontables, y éste tampoco lo era. Sin embargo, vi que podía desmontar algunas cosas.

Lo primero que quité fue la válvula de entrada de vacío, así como la goma de sujeción.


La válvula estaba metida a presión y me daba miedo romperla (sería un mal comienzo), pero salió entera. La goma también costó bastante sacarla y temí rajarla en el intento, pero tampoco hubo problemas.

Por el extremo de sujeción al pedal de freno, desmonté la pieza de conexión y su contratuerca. La contratuerca estaba a media vuelta del final de la rosca. Quise tenerlo en cuenta para el montaje, ya que esta posición determina la longitud del conjunto y creo que es algo a tener en cuenta en el reglaje del servofreno. Después saqué un muelle, pero no pude sacar otra pieza de plástico que alojaba el filtro de espuma.


Era interesante acceder a esa zona, ya que el filtro estaba deshecho y quería retirar todos los restos que quedaban en el interior. Así que me pregunté si merecía la pena desmontar la tapa metálica que sujetaba dicha pieza. Estaba sujeta mediante cuatro tuercas, pero tenía pinta de ir sellada con formador de juntas para asegurar su estanqueidad, y me daba miedo no poder montarla adecuadamente. Pero decidí arriesgarme y la desmonté. Al fin y al cabo, sólo tenía que poner un buen cordón al montar la tapa y quedaría exactamente igual.


Al sacar la tapa, pude quitar la pieza de plástico transparente (también tenía una tapa), pero el filtro quedaba más al interior y el vástago me impedía quitarlo


Se podía ver un retén que iba sujeto con un muelle circular, pero no tenía sentido desmontarlo, ya que estaba aparentemente en perfecto estado. Como se podía acceder mejor al interior, podía saca el filtro a trozos. Se deshacía con tocarlo, así que puse el servofreno boca abajo para que los restos cayesen fuera.


El cilindro de plástico que iba sujeto por la tapa, también iba sellado por su perímetro con masilla negra.


Al no poder desmontar nada más, me puse a limpiar toda la superficie del servofreno con el taladro y cepillo metálico. Tapé el orificio de la válvula con cinta para evitar la entrada de suciedad al interior. También tapé el orificio del plástico negro del lado del pedal. Coloqué el servofreno en el tornillo de banco:


Le di a la zona delantera y a los laterales:


Quedó bastante bien, a falta de darle a algunos rincones con la "dremel".

No hay comentarios:

Publicar un comentario