sábado, 27 de enero de 2018

Montaje de retenes laterales en la caja de cambios

Para sacar los retenes viejos, me di cuenta de que no iba a ser tan sencillo como hacer palanca con un destornillador. Al intentarlo en uno de ellos, comprobé que la parte exterior era metálica, aunque cubierta de goma, por lo que tendría que sacarlo como si fuese un rodamiento.

Me llevé la tuerca a la prensa y probé varias opciones para sacarlo, hasta que di con la más adecuada.
Puse un casquillo de un diámetro intermedio entre el interior y el exterior del retén para presionar, aunque tendría que ser hacia dentro, no hacia fuera de la tuerca, ya que por fuera tenía superficie para apoyar el casquillo.


Una vez que el retén se soltó, coloqué la tuerca sobre las dos piezas de apoyo de manera que quedase la parte central libre y pudiese salir el retén. La tuerca quedaba muy poco apoyada, pero funcionó.


En el caso de la otra tuerca, directamente hice esto último para sacar el retén de una vez. Limpié las tuercas con cepillo metálico, aunque no pude acceder al interior de las ranuras.


Para montar los nuevos retenes, decidí que la mejor manera, al igual que sucede con los rodamientos, era utilizar el retén viejo. Lubriqué con aceite de la caja de cambios la zona interior de la tuerca para que el retén deslizase mejor. Lo hice sin la prensa, golpeando con un martillo en todo el perímetro hasta que quedó a ras del alojamiento.


El otro retén me costó más trabajo introducirlo y parece que quedó algo más hacia fuera, pero no creo que tenga importancia. De hecho, en esta caja de cambios, las tuercas no presionan a los retenes (es así en las cajas e cambios manuales), por lo que no creo que afecte que queden medio milímetro fuera o dentro.

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