miércoles, 10 de enero de 2018

R5 GTL - Intento de arranque (y desenlace fatal)

Hoy hemos subido el coche en el elevador para vaciar el depósito por gravedad. Hemos descubierto que había un filtro de gasolina montado en el manguito de impulsión, que ha debido de ser instalado en algún momento, pues no lo llevaban de fábrica. Estaba sucio, pero creo que por fuera más que por dentro. Aun así, se desmontó y decidimos colocar en su lugar el filtro nuevo que habíamos montado antes del carburador.


Del depósito salieron más de 6 litros de gasolina. Después, se echaron en el depósito unos 10 litros de gasolina nueva.


Conectamos el tramo original de manguito donde se había colocado el filtro inicialmente y probamos a arrancar. Paco estuvo accionando el contacto varias veces para lograr que llegase gasolina al carburador. De hecho, la cuba se llenó, ya que la bomba de aceleración pulverizaba gasolina al accionarla. Pero el motor no arrancaba...

Quitamos una bujía para comprobar si había chispa, y no había... Al parecer era raro, ya que ayer se comprobó y sí que había. Probamos con el cable que sale de la bobina y tampoco había chispa... esto era más grave. Así que decidimos abrir la tapa del distribuidor, ya que Sergio dijo que ayer le pareció ver que se movía intentando arrancar el motor.

Cuando levantamos la tapa del distribuidor, vimos que la tapa tenía dos de los contactos rotos, como si el rotor los hubiese golpeado.


Además, el eje giraba loco, cuando debía quedar bloqueado por el piñón del árbol de levas. Así que lo siguiente era sacar el distribuidor para revisarlo. Pusimos el motor con el cilindro número uno en el PMS. Para ello, levantamos una de las ruedas delanteras y, con la quinta marcha metida, al girar la rueda, giraba el motor, hasta dejar la marca del volante de inercia coincidiendo con las marcas del avance de encendido inicial en la campana de la caja de cambios.


Cuando sacamos el distribuidor, descubrimos el problema...


Los dientes de engrane del eje del distribuidor estaban partidos y, al asomarnos al motor, se podía ver que el piñón de engrane con el árbol de levas estaba partido. Al sacarlo, lo vimos mejor:


La cuestión no era la avería en sí, sino averiguar cómo había sucedido. Abrimos el distribuidor para ver si descubríamos algo más.


En el interior del distribuidor, al fondo, apareció una bolitaque parecía de un rodamiento. Todos pensaban que el distribuidor llevaría algún rodamiento y esa bolita se había escapado y de ahí el fallo. Pero yo estaba convencido de que el distribuidor no llevaba rodamiento alguno. Pero entonces ¿cómo había llegado esa bolita hasta allí?


Puede que la bolita hubiese bloqueado el giro del distribuidor y, por culpa de eso, se hubiesen partido tanto los dientes de engrane como el propio piñón al que van unidos. Bueno, no parecía complicado ni caro encontrar esas piezas de segunda mano, pero el verdadero problema estaba ahora en el motor: los trozos metálicos habían quedado dentro y había que sacarlos. Con un imán, Paco sacó alguno:


Pero no era suficiente. Había más trozos y no había manera de dar con ellos. Y lo peor es que el árbol de levas está ubicado en la famosa galería que tanto me costó limpiar por el difícil acceso que tiene a su interior. En otro motor, con quitar el cárter habría sido suficiente para recuperar los trozos, pero en este la cosa era más complicada.

Paco me dijo que iba a pensar qué hacer con el coche. Yo creo que sería una buena práctica para él sacar el motor, abrirlo, recuperar los trozos y volver a montarlo, pero yo no soy su profesor de Motores.

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