martes, 14 de marzo de 2017

Probando el convertidor de óxido

He probado el convertidor de óxido que me trajo Luis. Lo he extendido con ayuda de un cepillo de dientes sobre una pequeña zona del brazo de suspensión trasero izquierdo.


Al cabo de un rato viendo que lo único que parecía es que la zona se había quedado humedecida por el líquido en cuestión, la sequé y el efecto no parecía muy convincente. Simplemente parecía que se había mojado...


Luis volvió a extender otra pequeña cantidad y lo dejamos actuar varias horas. Entonces el aspecto seguía siendo como si la pieza estuviese mojada, pero al tacto estaba completamente seca...


Era espectacular. El acabado era de metal oscurecido, muy limpio. Se supone que sobre esta base puede pintarse la pieza, pero pensé que para qué pintar una pieza que no se ve y que de esta forma queda completamente protegida de la oxidación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario